La aparición del hombre en la tierra de Santaella, está documentada sobre el 150.000 a.c. Las culturas neolíticas, del bronce, ibérica, romana, visigoda y árabe (en que fue conocida como Granero del Califato), han dejado su huella, dando testimonio de su antigüedad. En el transcurso de la reconquista queda bajo el dominio de Alfonso X que la concede al Consejo y Ciudad de Córdoba en 1265.

Durante el reinado de Felipe II la villa compra su independencia, constituyéndose en municipio. En el siglo XVII, la crisis general que afecta a todo el reino se hace sentir también en sus tierras y en 1.648, habiéndose reconocido el pobre estado en que había llegado la villa, los vecinos votan dar en vasallaje a la villa, a favor de D. Diego de Aguayo Godoy y Manrique, erigiéndose en marquesado.

Posteriormente en 1735 recobra definitivamente su independencia jurisdiccional, tras un periodo de pleito alegando que se había sometido al primer marques de forma voluntaria, y una vez muerto el titular puja por recuperar su señorío. A partir de 1836 como consecuencia de la abolición de los señoríos, Santaella cobra personalidad jurídica como villa de derecho común, en la provincia de Córdoba y sujeta a las leyes generales de reino. A partir de este momento la historia de Santaella está íntimamente ligada a la de su capital de provincia y a la de su país.